TERAPIA CON HORIZONTES
La Hipoterapia que se practica en Chile sigue el modelo alemán y se enfoca en la interacción entre el caballo, el paciente y el terapeuta. No hay restricciones de edad, ya que tanto niños de 2 años con parálisis cerebral como adultos con Alzheimer pueden participar.
El tratamiento se adapta de manera individual a las necesidades y progresos de cada persona. Se realiza una evaluación exhaustiva del paciente para recopilar información relevante, como tratamientos previos, diagnóstico, alergias, recomendaciones médicas y estado físico y psicológico. Con esta información, se crea un programa de trabajo sistemático que se ajusta sesión tras sesión según la evolución del paciente.
El primer paso consiste en establecer un vínculo entre la persona y el caballo. Luego, se comienza a montar con el apoyo de dos o tres personas: una guía al caballo y otras lo sostienen a los costados, con la posibilidad de que alguien montado sostenga el cuerpo del paciente si es necesario. Con el tiempo, la relación entre el paciente y el animal se fortalece, llegando en algunos casos a montar sin ayuda, realizar el aseo del caballo y ensillarlo por sí mismos.
La Sociedad Chilena de Hipoterapia está formada por un equipo multidisciplinario que incluye médicos, veterinarios, enfermeras, terapeutas ocupacionales, instructores de equitación especializados en preparar caballos y dos kinesiólogos encargados de cumplir los objetivos establecidos por los médicos tratantes.
La Hipoterapia es recomendada para diferentes tipos de parálisis, síndrome de Down, esclerosis múltiple, secuelas de epilepsia, autismo y otras afecciones neurológicas. También es beneficiosa para trastornos ortopédicos y traumatismos en general, problemas reumatológicos, así como trastornos psiquiátricos y psicológicos como fobias, temores, disturbios sensoriales, asma, alergias y estrés.
Sin embargo, montar a caballo está contraindicado en personas con hemofilia, alergia al pelo del caballo, enfermedades infecciosas agudas, inestabilidad severa en la columna vertebral, tumor en la columna, luxación de cadera, vértigo o miedo extremo.
Gracias a años de experiencia y los resultados obtenidos, los profesionales de la Hipoterapia se sorprenden diariamente con las respuestas de rehabilitación. Aunque se conocen las limitaciones actuales de cada paciente, se espera que su recuperación no tenga límites en el tiempo.
Hipoterapia
Clásica
La Hipoterapia inicial alemana se centra en el movimiento del caballo y la respuesta del jinete a esos movimientos. Se realiza de manera individual y no involucra ejercicios activos, sino que se enfoca en la relajación y adaptación del paciente.
El terapeuta ajusta el ritmo y los giros del caballo según las metas del paciente, lo que puede ser útil para aquellos con miedo a las alturas o a animales grandes.
Este tratamiento busca mejorar la postura, la circulación sanguínea, la respiración y las habilidades psicosociales, cognitivas y motoras del paciente. Una vez logrados estos objetivos, se puede incorporar la colaboración de otros especialistas médicos.
La Hipoterapia evolutiva es un enfoque individualizado que desafía al paciente a adaptarse a los diversos movimientos dimensionales del caballo en su pelvis, generados por sus patas mientras se desplaza a diferentes velocidades. Esta terapia proporciona beneficios adicionales a la Hipoterapia clásica, mejorando las funciones neurológicas y el procesamiento sensorial. Estas mejoras se generalizan a diversas actividades de la vida diaria.
En la Hipoterapia evolutiva, no se enseñan habilidades de equitación. En su lugar, se le pide al paciente que apriete o relaje ciertos grupos de músculos o realice actividades específicas sobre el caballo para ayudarlo a mantener el equilibrio en cualquier posición en el espacio. Con algunos pacientes, se pueden lograr efectos y beneficios montando al revés, en cuclillas o en otras posiciones no tradicionales. Los conocimientos de los kinesiólogos se aprovechan para sacar el máximo provecho del movimiento del caballo, y también pueden involucrarse otros profesionales de la salud, como fonoaudiólogos, psicólogos u otros, según las necesidades médicas del paciente. La Hipoterapia evolutiva ejemplifica una terapia multidisciplinaria en su forma más pura y prepara al paciente para el tercer paso, que es la monta terapéutica, donde todos los músculos pueden estar en acción y el paciente adquiere seguridad para equilibrarse y mantenerse por sí mismo en el caballo.