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HIPOTERAPIA EN PROBLEMAS VISUALES

 

 

La Sociedad Chilena de Hipoterapia,  inicio hace 15 años la actividad física y psicológica para pacientes ciegos, pero no atrajo mayormente la atención, en especial a los padres, por no encontrarla apropiada para personas con visión deteriorada. Nosotros hemos seguido estudiando y hoy cuando nos han llegado resultados del extranjero, hemos creído necesario reactivarlos por su éxito.

 

El jinete ciego, no tiene una dependencia absoluta de su visión y eso lo comprobamos al ver como aplican la sensibilidad y el tacto al desplazarse diariamente. Estos son dos elementos fundamentales que usa un buen jinete normal, para sentir los movimiento rápidos de los caballos. Además, nosotros introducimos otro elemento fundamental para el jinete y, le enseñamos a nuestros niños discapacitados, el equilibrio. Para niños o adultos discapacitados de casi de todo tipo, incluyendo discapacidades mixtas, encuentran en nuestros tratamientos favorables beneficios físicos y cognitivos, en un ambiente único que les entrega una fluidez de movimientos imposibles de recibir con otros tratamientos.

 

Mas allá de la libertad y seguridad que el no vidente gana al montar, recibe un sin fin de beneficios físicos que mejoran su postura, como por ejemplo, una mejor posición de su cabeza, generalmente mira hacia arriba, alargamiento de los músculos del cuello y echar sus hombros para atrás. A la inversa de otros niños los no videntes bajan su cabeza, causando que sus hombros y pecho se ahuequen hacia adentro. Estas  posturas de “no vidente” afectan mas que un desarrollo muscular o de huesos. La postura se transforma en un lenguaje del cuerpo, de como enfocar el mundo. Un niño sin visión no tiene la capacidad de detectar cómo otros llevan sus cuerpos. Se les debe enseñar como pararse erguidos, la postura de hombros, cabeza derecha y la frente alta. La postura individual es sumamente significativa al montar. Igualmente la postura del jinete, es muy importante para lograr seguridad y equilibrio. Por ello ejercicios de movimientos cruzados, son vitales para lograr seguridad, balance y una postura correcta.

 

Este ejercicio se logra al hacer zigzaguear al caballo, con paradas y vueltas sin aviso, si el jinete no tiene experiencia o tiene otras indicaciones medicas, debe ser acompañado por dos ayudantes, uno a cada lado por seguridad, lo importante que aprenda a coordinar sus funciones musculares, para conseguir una postura adecuada permitiendo que su área pélvica siga los movimientos del caballo. Así los músculos de su tronco adquieren fuerza, su cabeza y hombros se enderezan y el jinete empieza a sentir su cuerpo en el espacio.

 

El montar a caballo acerca a todos los jinetes a un andar normal. Para los ciegos esto es muy importante por su tendencia a arrastrar un poco los pies o andar en círculos, debido a una pierna dominante. Los especialistas en orientación y movilidad trabajan con los niños ciegos para alargar sus pasos, alzar sus cabezas, cambiar sus centros de gravedad, para reducir el arrastre de sus pies y pies planos, defectos muy característicos de algunos niños ciegos. Si bien el montar no reemplaza el ejercicio de andar directo, cargando los pies al taco, sí le da fuerza, flexibilidad y preparación al cuerpo para hacer más fáciles estos logros con ejercicios especiales. En un caminar normal el ser humano facilita el mismo movimiento contorneado en la zona pélvica y el área de los hombros con una rotación encontrada, el jinete responde como si estuviera dado pasos largos cargando el taco hacia abajo.

 

Son muchas las cosas que pueden lograr los ciegos desde prácticas de navegación hasta escobillar un caballo que implican grandes y finos movimientos motores. Los jinetes pueden aprender a ensillar los animales, toda esta interacción-manual con el caballo le enseña al niño el frente, posterior, tamaño y la conformación de este inmenso animal. Adquiere la perspectiva y la habilidad para navegar en un espacio único y complicado hasta lograr llevar de tiro su caballo y amarrarlos en sus lugares habituales.

 

Bien dirigido el jinete ensilla su caballo y lo monta en forma independiente; estos logros gracias al buen amigo del hombre que es el caballo hacen del jinete no vidente un hombre confiado, que recibe el amor del animal y se transforma en su amigo, más una gran cantidad de estímulos como una mejor autoestima y mejorías físicas que estamos tan acostumbrados a ver los que pertenecemos a la Fundación Chilena de Hipoterapia.

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